La tormenta
hunde el miedo
en zona de
desgarro que late
se escribe
desde la ciénaga donde
nacen cuatro
brotes podridos
dedos pálidos
morados mientras,
el tiempo de
aguantar
No se
puede imaginar si hay
alguien
lamiéndose la sangre de los labios
en el borde
ahí, donde se
juntan lo excluido y la verdad
esta conjetura
que jamás será
una hipótesis
se escribe
tormenta arriba
abajo de la
tierra móvil con el peso
de una
angustia que no se consume
todavía queda
tiempo
pero no se
puede imaginar
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